El black friday en logística significa en los útlimos tiempos «picos de producción».
El viernes negro, no es otra cosa que un periodo de descuentos que se aplica en el mercado un determinado viernes del mes de noviembre en el que, se desencadena una ola de compras con foco ya inclusive a, los regalos navideños.
En relación al sector, el black friday pone a prueba la cadena de suministro y por tanto el fullfilment de las empresas que, a través de la digitalización generan pedidos en e-commerce de una forma acusada. Éstos son afrontados a través de la robotización y la automatización industrial cada vez más generalizada, por la optimización en tiempos y la eficiencia que genera en la clasificación evitando inclusive errores de picking hasta en un 90%.
La competencia crece a niveles agigantados y días como éste o temporadas como las de rebajas o navideñas son una clara evidencia, de la necesidad pasmosa de modernidad en los almacenes de los e-commerce a nivel mundial. Un claro ejemplo son las grandes marcas que ya, han convertido sus instalaciones un óptimas y productivas de una forma adaptada a su comercio.