El crecimiento del e-commerce, acelerado durante la pandemia, llevo como ya hemos contado en otras ocasiones, a pequeñas y medianas marcas o negocios, a ponerse al día sobre la logística y todas las necesidades que embarga, así como a entender todos los conceptos que la rodean y, uno de ellos es el de “centro logístico”.
Por ello y, aunque parezca una obviedad, queremos acercaros un poco a este término.
¿Qué es un centro logístico?
Lo primero que hay que entender es que se trata de un lugar o espacio físico dónde se lleva a cabo el almacenaje, clasificación y en muchos casos distribución de los productos que se venden. Un almacén, al fin y al cabo.
Desde ellos, se organiza la distribución de productos para su salida, tanto para comercio mayorista como minorista. Dependiendo de las características del negocio al que pertenezcan pueden tener más o menos infraestructuras de carga y descarga e, incluso oficinas para su gestión.
Evidentemente, la etapa en la que una marca o tienda e-commerce o física desarrolla un centro de estás características es avanzada. Nadie comienza una casa por su tejado.
Cuando el volumen de movimiento o de almacenamiento va generando la necesidad, la etapa y llegada de este espacio surge.
Hay muchos tipos de centros logísticos, pero en ellos nos centraremos en otra ocasión.
Eso sí, ¿Cómo funciona?
El centro logístico está enfocado e ideado para dar a la empresa una capacidad de organización y distribución efectiva y controlada durante los procesos de la cadena de suministro. Por lo tanto, su eficacia, se ve afectada por la calidad de cada uno de ellos.
Uno de sus principales objetivos es genera un buen fullfilment, es decir, acortar tiempos en la entrega al cliente final, generando en ellos una satisfacción con el producto, empresa o marca.
Se diferencia de un almacén convencional en que, éstos, se ocupan también tanto de la recepción como de la expedición de la mercancía. Suprimir errores es fundamental.
En resumen, el centro logístico debe, generar un compendio para que maquinaria, y personal, puedan operar de manera coordinada para permitir el desarrollo de las funciones específicas a realizar.
- Generar servicios para el movimiento de mercancías
- Almacenaje y clasificación de productos
- Centralizar las actividades logísticas para generar control en la cadena de suministro
- Gestión de mercancías para cumplimiento de plazos
- Control de stock mediante monitorización.
Para concluir, siendo un concepto no demasiado difícil de comprender, es cierto que, hay distintos centros logísticos y sus variantes si que podrían aportarnos más luz, a la hora de decidir llegado el caso en el que necesitemos ampliar nuestras infraestructuras.