En un panorama desolador de guerra en pleno siglo XXI, el conflicto entre Rusia e Ucrania no sólo está dejando un reguero de daños humanos para la población, sino que, además está golpeando económicamente a nivel europeo provocando un impacto muy negativo en diferentes sectores, entre los que se encuentra el e-commerce.
Además de desabastecimientos de materias primas provenientes de Ucrania en su gran mayoría, como el aceite de girasol, etc., una de las consecuencias más graves y directas está siendo encarecimiento del gas y el petróleo, que de forma directa influye en el sector de la logística creando una crisis en el transporte de mercancías y la tensión en la cadena logística tras un año en el que, en España, además, abanderamos la segunda huelga de transportistas por tierra.
La inflación que se ha generado, por supuesto, no sólo afecta a la industria, sino que además repercute de forma directa en el usuario o cliente final.
Empresas que han tomado medidas debido a la guerra
No es casualidad que el gas haya sufrido una subida ya que Ucrania y Rusia son dos grandes proveedores y poseen la mayor red de gaseoductos del mundo, suministran dicho recurso a varios países europeos.
Aún así, el impacto en la logística no será una parada, sino que se manifiesta en como hemos mencionado subida de precios, por la falta de materias primas que impacta de forma directa en todas las modalidades de transportes. Ya lo estamos viviendo y traduciendo en subidas de costes repercutidas por las empresas en sus clientes. Cuanto tiempo podrá mantenerse este panorama es una incertidumbre para el mercado, pero, de alargarse las consecuencias podrían ser devastadoras.
El e-commerce ha sido uno de los grandes afectados porque como en cualquier panorama de conflicto, suele suspenderse por imposibilidad de funcionamiento de las líneas de servicios, además, como era de esperar la demanda se ha congelado.
Por ello, empresas como UPS, DHL y Maersk suspendieron sus servicios en pro de la seguridad, con todo lo que conlleva.
Tres de los grandes gigantes de logística a nivel mundial dejando de operar supone una nueva inestabilidad en los mercados que ante la duda, abandonan inversiones y previenen, provocando daños colaterales en todas los negocios que finalmente intervienen en la cadena de suministro.
Concluyendo, esta guerra que parece que podría acabar en cualquier momento, pero a su vez sigue desestabilizando el panorama internacional en su totalidad, no sólo ha hecho temblar a nuestro sector, otros como el textil, el de viajes o la alimentación no han tenido mejor suerte.